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13 de julio de 2011

Ambientalistas advierten que humedal de isla Portillo figura en licitación a petrolera

Vicecanciller, Carlos Roverssi.

El sector en disputa con Nicaragua, declarado un sitio RAMSAR, un humedal de interés internacional, está en uno de los bloques ofrecido en licitación a la petrolera Mallon Oil Company, advirtieron el ambientalista Allan Astorga y el profesor en derecho internacional Nicolás Boeglin.

Portillo, una cuña de tierra perteneciente a Isla Calero, la zona en litigio con Nicaragua en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), cobró renombre luego de que Costa Rica acusó a la vecina nación de invadir, en octubre, ese sector para construir un canal artificial destinado a desviar el cauce del fronterizo río San Juan.

Costa Rica usó como una de sus principales cartas ante la Corte de La Haya para acusar a Nicaragua la comisión de daños ambientales de gran envergadura en el sector fronterizo por parte del ejército vecino durante la apertura del canal artificial en isla Calero, un territorio de unos 152 kilómetros cuadrados, que colinda con el San Juan.

El caso de Portillo y el conflicto fronterizo con Nicaragua cobró vida de nuevo a finales de junio luego de que el vicecanciller Carlos Roverssi denunció que civiles afines a la Juventud Sandinista, presuntamente respaldados por el gobierno de Daniel Ortega, realizan periódicas incursiones en Portillo, donde realizan actos políticos, izan banderas nicaragüenses y lanzan proclamas de soberanía. (Ver recuadro 1: Extraña coincidencia, dice Nicolás Boeglin).

El gobierno de Costa Rica ha revivido un posible proyecto de exploración petrolera y de gas natural en la zona norte, luego de que en abril la Sala IV rechazó una serie de recursos de amparo interpuestos por organizaciones ambientalistas contra una concesión de una licitación hecha por el Estado costarricense a Mallon Oil Company destinada a realizar eventuales exploraciones de hidrocarburos y gas natural en las llanuras del norte costarricense.

Con la vía libre, la transnacional presiona al gobierno de la Presidenta Laura Chinchilla para la firma de un contrato de concesión de exploración y explotación de petróleo y gas en aquella zona.

La licitación fue adjudicada en el año 2000 a la firma extranjera durante el gobierno del entonces presidente Miguel Ángel Rodríguez. La zona licitada cobija las planicies de San Carlos, las llanuras de Sarapiquí y la región de Pococí.

“El gobierno de Costa Rica debe tener cuidado a la hora de negociar un contrato de concesión con la petrolera, porque isla Portillos y el humedal están metidos en uno de los bloques diseñados para eventuales exploraciones y explotaciones de hidrocarburos”, dijo a UNIVERSIDAD el experto en ambiente Allan Astorga, quien acompañó a la misión de RAMSAR que en abril visitó el sitio en disputa para verificar la existencia de daños ambientales en el sector, atribuidos a Nicaragua.

Astorga dijo que se trata de un tema “delicado”, porque precisamente Costa Rica usó el factor ambiental y de necesidad de asegurar esa zona protegida para sustentar la demanda que elevó a la CIJ en noviembre del año pasado.

“Podría ser un gran problema si Mallon gana la concesión en la zona norte, incluyendo isla Portillos, sería echarle más leña al fuego al conflicto con Nicaragua”, sentenció Astorga.

“Firmar un contrato en esas condiciones podría provocar un lío porque es un tema de discusión legal. Es como darle argumentos a Nicaragua. El Poder Ejecutivo debe tener mucho cuidado”, comentó el experto en material ambiental.

Astorga recordó que incluso Nicaragua protestó cuando Costa Rica hizo la concesión a Industrias Infinito para la explotación de minería a cielo abierto en Crucitas bajo el argumento de que se corría el riesgo de contaminación del San Juan.

“Esa es una cuenca hidrográfica que converge hacia el San Juan, y eventuales problemas de contaminación o de derrames afectarán al río tarde o temprano”, comentó.

Por su parte, Boeglin también coincidió con Astorga en que Costa Rica puede verse en un lío si otorga una concesión a Mallon en las condiciones señaladas.

“Ahora con el tema de la Petrolera Mallon Company aparece que isla Portillos está “concesionada” o incluida en los bloques sometidos a licitación. Ese es un territorio en conflicto, Nicaragua aún no ha dicho nada, pero pudiera decir algo”, advirtió Boeglin a UNIVERSIDAD.

“Esto lo puede usar en algún momento Nicaragua en su defensa ante la Corte Internacional de La Haya, aunque por ahora se mantienen en bajo perfil”, comentó el especialista en Derecho Internacional de la Universidad de Costa Rica.

“Analice usted el problema en que se puede meter el país por otorgar concesiones en esa zona, primero porque es fronteriza, segundo por eventuales riesgos de contaminación y derrames y tercero porque hay un sitio donde ninguno de los dos países, según ordenó la CIJ, puede ejercer ningún tipo de derecho”, añadió.

Boeglin cuestionó la posibilidad de que el gobierno de Chinchilla alcance un acuerdo, aunque sea sólo de explotación de gas, con Mallon Oil Company. “La explotación de gas y petróleo van de la mano. Hay una tremenda improvisación y no se sabe responder a los cuestionamientos”, indicó.

El politólogo e historiador Luis Guillermo Solís consideró que una eventual concesión en una zona protegida y sobre todo en un territorio en litigio no tendría ningún valor jurídico.

“Supongo que en caso de lograrse un acuerdo ese sitio quedaría fuera”, comentó Solís.

El vicecanciller Carlos Roverssi dijo desconocer que isla Portillo se encuentra afectado por bloques sometidos a concesión por el Estado costarricense desde el año 2000, aunque opinó que de ser así “sería una barbaridad”.

“Es primera noticia. Es una zona en la que no puede realizarse ningún trabajo de este tipo (exploración y explotación de hidrocarburos y gas)”, dijo Roverssi a UNIVERSIDAD.

Por su parte, el exministro de Seguridad Pública, Fernando Berrocal, también se mostró extrañado porque en el bloque de concesiones licitado a favor de la petrolera estadounidense se incluyeran humedales y áreas protegidas.

“Si es una zona de protección, es de protección. Es lo que se ha dicho, que hay un trasfondo en este conflicto con Nicaragua, que esa zona es rica en depósitos de gas y eso es lo que está detrás de todo el problema”, señaló.

Mientras tanto, el biólogo Freddy Pacheco restó importancia a lo que haya ofrecido en su oportunidad el Estado de Costa Rica para la eventual exploración y explotación petrolera en su territorio.

“Los bloques se ofrecen en concesión, pero acorde con la legislación vigente. No significa que si isla Calero está incluida se pueda hacer una exploración o explotación petrolera o de gas en ese sitio. Son áreas de conservación y de acuerdo a la legislación de Costa Rica no se puede”, explicó Pacheco a UNIVERSIDAD.


Extraña coincidencia reflote de diferendo con Nicaragua, dice Boeglin

El profesor universitario y especialista en derecho internacional, Nicolás Boeglin, consideró como una “extraña coincidencia” que la Cancillería de Costa Rica denunciara supuestas nuevas incursiones de Nicaragua en isla Portillo a finales de junio, justo en momentos en que el Ministro René Castro era citado a comparecer ante la Asamblea Legislativa para que explicara el asunto de cuestionados nombramientos en el servicio exterior.

“Se podría haber tratado de una especie de cortina de humo para tratar de atenuar (el impacto de la comparecencia). En todo caso es “una extraña coincidencia”, dijo Boeglin.

No obstante, el vicecanciller Carlos Roverssi insistió en que civiles nicaragüenses, presuntamente de la Juventud Sandinista, siguen realizando incursiones en isla Portillo pese a la prohibición de la Corte de La Haya.

Explicó que al tener evidencia de esos hechos, la Cancillería dirigió dos cartas de protesta a Managua, que no se hicieron públicas, sin obtener respuesta.

“No quisimos hacerlas públicas porque esperábamos una actitud constructiva de Nicaragua, que le dijeran a la Juventud Sandinista que no entraran (en Portillos). No hubo respuesta y cuando pasó el “tiempo diplomático” denunciamos ante la CIJ, aclaró.

11 de febrero de 2011

14 ARBOLITOS

No sabemos cuántos árboles han sido talados por el Gobierno de Nicaragua en el área montañosa que forma parte de una Reserva Biológica declarada por la UNESCO Reserva Mundial de la Biosfera. La destrucción ocasionada por el dragado del Río San Juan es irreversible, con graves consecuencias a la soberanía nacional, ante la presencia militar nicaragüense en Isla Calero.

La justificación no solo ha sido contradictoria sino también irresponsable, al negar el Presidente en primera instancia la presencia de soldados en suelo costarricense, para horas más tarde afirmar la posibilidad de indemnizar a Costa Rica por los daños ocasionados en territorio nacional.

Apoyamos las voces de ambientalistas, universitarios (as), organizaciones, ciudadanía… llamando al diálogo, entre los gobiernos de Costa Rica y Nicaragua. La actitud insensata de aquellos medios de comunicación que han venido promoviendo un nacionalismo exacerbado, ha alimentado sentimientos de xenofobia en ambos países, con graves consecuencias para aquellos migrantes que –como en el caso nuestro- contribuyen todos los días con su trabajo al desarrollo nacional.

Sin embargo, la gravedad del problema no debe hacernos olvidar lo que ocurre al interior de ambos países, es decir, convertirla en cortina de humo para ocultar las cuestionables políticas sociales que se han venido tejiendo en los últimos meses.

En el caso costarricense ya habían sido talados incontable cantidad de árboles en la Zona Norte, ante el desastre ambiental ocasionado por el proyecto de minería a cielo abierto que buscaba la explotación de más de trescientas hectáreas en bosques primarios y secundarios. Irónicamente, la Presidenta en una reunión con empresarios de San Carlos que apoyan la minería, llamó a “combatir a grupos ambientalistas”, acusándolos de radicales que “ pretenden convertir a Costa Rica en un museo de historia natural”. Días antes, sin embargo, se había logrado la aprobación unánime en el parlamento del Proyecto de Ley para declarar al país libre de minería metálica a cielo abierto. Dichosamente la anulación del proyecto minero por el Tribunal Contencioso Administrativo, permitió el fortalecimiento de la institucionalidad nacional, gracias al tesón y a la contundente argumentación presentada precisamente por organizaciones ecologistas.

No obstante el apoyo masivo de los costarricenses a la lucha de los ambientalistas y al fallo del Tribunal, no ha sido suficiente para la Procuraduría General de la República, quien ha apelado la sentencia que retira los permisos para la explotación de la mina a cielo abierto en Crucitas, dando de esta manera un vergonzoso apoyo a la empresa minera.

Son muchos los serios problemas para enfrentar en los próximos días en Costa Rica: la reforma tributaria presentada por el Ejecutivo que vendría a profundizar la cada vez más amplia brecha de desigualdad social, la destrucción del seguro solidario de riesgos del trabajo, el permiso otorgado por la Asamblea Legislativa para que naves artilladas norteamericanas invadan aguas costarricenses con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico… Además, durante su visita a Europa, el Canciller costarricense se ha manifestado -en entrevista a Radio Neederland- a favor de la militarización del país.

Mención aparte merecen dos nuevos escándalos desatados ambos por los hermanos Arias: el tráfico de influencias con el Poder Judicial y la crisis política la cual -tal como ha sido calificada en el Semanario UNIVERSIDAD-, muestra la existencia de un gobierno paralelo.

Este desmedido abuso de poder, contrasta con el ejemplo de lealtad y entrega con el que concluyó el 2010, gracias a un grupo de jóvenes quijotes: 14 ayunantes por la vida, que durante 26 días hicieron suyas las palabras de Gandhi: “ la humanidad no puede liberarse de la violencia más que por medio de la no violencia”. Su testimonio quedó sembrado frente a la Casa Presidencial en 14 arbolitos de almendro, cada uno con un nombre: Rosibel, David, Andrés, Rocío, Víctor… Contrasta también con los valientes ambientalistas que dieron lo mejor de sí mismos para demostrar ante los jueces los graves peligros del proyecto Crucitas. Su testimonio fue en defensa de la naturaleza, pero también mostró su capacidad de diálogo para convencer a los costarricenses de la justicia de esta lucha. Estas enseñanzas cobran especial relevancia en el actual conflicto con Nicaragua, en donde la palabra justa y el diálogo oportuno se han vuelto fundamentales, tanto en la búsqueda de salidas mediante los mecanismos del derecho internacional, como en la lucha contra los odios entre dos pueblos hermanos, en donde debería imperar el respeto y la tolerancia.

Nuestra responsabilidad ciudadana está en facilitar esas vías, tal como lo han hecho las universidades públicas y distintas organizaciones sociales. Nuestro deber también está en no permitir que frente al dragado del Río San Juan, se levante una nebulosa que invisibilice los graves problemas sociales que ocurren en el interior de ambos países.

Fuente: Semanario Universidad.