Mostrando entradas con la etiqueta Nicolás Boeglin. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Nicolás Boeglin. Mostrar todas las entradas

2 de diciembre de 2011

Pronunciamiento EN SOLIDARIDAD con los científicos y ambientalistas de Costa Rica - “Crucitas”


Date: Thu, 1 Dec 2011 10:04:26 -0600
From: comunicacion@humboldt.org.ni

Nosotros(as), representantes del Centro Humboldt, tenemos a bien Pronunciarnos EN SOLIDARIDAD con los científicos y ambientalistas de Costa Rica que se oponen al Proyecto de Explotación Minera a cielo abierto “Crucitas”.

CONSIDERANDO QUE:
I
El 24 de noviembre de 2010 el Tribunal Contencioso Administrativo ordenó dejar sin efecto la concesión minera de Industrias Infinito S.A. que permitiría la extracción aurífera a cielo abierto “Crucitas”, ubicada en Cutris, San Carlos, provincia de Alajuela, a escasos 5 km de la ribera sur del Río San Juan de Nicaragua; y el 30 de Noviembre de 2011, la Sala I de la Corte Suprema de Justicia confirmó, por unanimidad, la sentencia del Tribunal de lo Contencioso Administrativo en contra de Industrias Infinito S.A., dejando sin efecto la concesión para el desarrollo del Proyecto Crucitas y ordenando  pagar una indemnización por daño ambiental.

PRONUNCIAMIENTODESOLIDARIDAD_CASOCRUCITAS
Fuente: Centro Humboldt.

30 de noviembre de 2011

Canadienses de minera huyen nuevamente de audiencia preliminar

Canadienses de minera huyen nuevamente de audiencia preliminar

Manifestantes protestan contra la empresa minera Infinito Gold. elpais.cr

San José, 30 nov (elpais.cr) - Uno de los dos académicos de la Universidad de Costa Rica, s acusados por supuesta difamación acudió este martes a la audiencia privada con la empresa minera Crucitas y con sus representantes legales

Sin embargo, por segundo día consecutivo, los gerentes de la transnacional minera canadiense Infinito Gold, no se hicieron presentes en la audiencia de conciliación en la querella por difamación contra el profesor universitario de la UCR, Nicolás Boeglin.

Los empresarios canadienses fueron representados por los abogados Ciro Casas Zamora y José Luis Ocampo Rojas.

Después de la comparecencia, Boeglin señaló que "durante la audiencia, no hubo ni retractación de mi parte ni conciliación, por lo que la "verdad real" será objeto de conocimiento en debate señalado para mediados del 2012".

Boeglin enfrenta el mismo tipo de acusación que el abogado de UNOVIDA, Edgardo Araya, y el catedrático de la UCR, el biólogo Jorge Lobo:  una demanda penal por difamación acompañada de una acción civil resarcitoria por 500 millones de colones (1 millón de US$ aproximadamente).

En el caso de los académicos, la empresa minera basa sus acusaciones  en las declaraciones que ambos dieron en el documental "El Oro de los Tontos", del realizador Pablo Ortega, presentado en la UCR el pasado 14 de junio del 2011, y disponible en Youtube al siguiente link:http://www.youtube.com/watch?v=gKVS1wvvEU8

El lunes anterior acudió el abogado Edgardo Araya, pero los gerentes de la minera canadiense Infinito Gold entregaron un poder especial al abogado Casas para no llegar a la cita.

En Crucitas, Región Huetar Norte, Infinito Gold ha pretendido construir una mina de oro a cielo abierto, pero hace un año el Tribunal Contencioso Administrativo le anuló los permisos y un decreto del ex presidente Oscar Arias que declaró de Interés Público y Conveniencia Nacional tal actividad.

Fuente: Elpais.cr  |  2011-11-30

28 de noviembre de 2011

Minera demanda a dos profesores universitarios


Industrias infinito alega difamación

Empresa pide ¢500 millones por declaraciones dadas en un documental

Al menos cinco personas enfrentan acciones civiles planteadas por firma

Amy Ross A. amy.ross@nacion.com 12:00 a.m. 28/11/2011
La empresa Industrias Infinito, encargada del proyecto de Crucitas en Cutris, San Carlos, demandó a dos profesores universitarios por supuestas declaraciones difamatorias en contra de la minera.

Imagenes/Fotos

La mina a cielo abierto de Crucitas, en San Carlos, suscitó una gran resistencia por parte de ambientalistas.



Se trata de los profesores Nicolás Boeglin, especialista en derecho internacional, y Jorge Lobo, biólogo, quienes participaron de un documental sobre la minería a cielo abierto.
El productor del audiovisual, Pablo Ortega, comentó que la empresa minera pretende una indemnización por ¢500 millones de cada uno de los académicos.

“La demanda es a raíz de un documental llamado El Oro de los Tontos que yo produje para la Escuela de Biología en junio pasado, tanto por declaraciones que se hicieron allí, como por un foro para presentarlo”, aseguró Ortega.

Ciro Sánchez, uno de los abogados de Industrias Infinito, se limitó a confirmar que existen varias querellas por difamación. Sin embargo, no precisó quiénes ni cuántos son los demandados.
Boeglin y Lobo se suman a, por lo menos, otras tres personas que ya enfrentan denuncias de esta empresa: los diputados Claudio Monge y Manrique Oviedo , ambos del Partido Acción Ciudadana (PAC), así como el abogado ambientalista Edgardo Araya.

Declaraciones en cuestión. Según explicó Lobo, la semana pasada recibió la notificación de una acción civil resarcitoria planteada ante los tribunales de justicia en agosto, por dos declaraciones suyas.
“En una yo menciono la existencia de accidentes con las lagunas de relave que producen contaminación con aguas cianuradas. Ellos dicen que eso es difamación porque estoy hablando mal de la empresa”, indicó Lobo.

”La otra acusación se refiere a que yo mencioné que la empresa cumplió con los trámites de una forma sesgada a su favor y que además, yo percibía que habían realizado compras de voluntad dentro del proceso con favoritismo a lo interno del Estado”, agregó.

La semana pasada, el magistrado suplente Moisés Fachler Grunspan pasó a ser imputado en una investigación que realiza la Fiscalía por la filtración del borrador de un fallo de la Sala Primera sobre el caso Crucitas.

Ese veredicto decidirá el futuro del proyecto minero.

Fuente: Nacion.com.

22 de noviembre de 2011

Sobre cruces, cruzadas y Crucitas

Nicolas Boeglin*

En esta semana se celebra el primer aniversario de la histórica sentencia del Tribunal Contencioso Administrativo (TCA), cuyo por tanto leído en la tarde del 24 de noviembre desató una verdadera fiesta en todo el país, un desborde contagiante de lágrimas y abrazos, después de meses de tensión, energía y entrega llevadas a su extremo, y cuya emotividad aun permanece grabada en los comentarios de gran cantidad de lectores a lo que fue “la” noticia del momento  en las redes sociales.
Basta revisar en estas últimas lo que se escribió y lo que se dijo en esa inolvidable tarde,  para entender que el mensaje enviado por tres valientes jueces del TCA caló en lo más profundo de la sociedad costarricense, y ello pese a la intensa campaña publicitaria iniciada por la empresa minera. 
Sobre este último punto, que incluyó en varios de sus cortes la autorizada opinión de “expertos”, “peritos”, un reciente documental afirma que fue probablemente una de las más agresivas campañas de publicidad vivida en el país en los últimos años por parte de una empresa privada.  La cual, no obstante, se mostró reservada en participar en foros públicos con expertos y académicos en universidades públicas. La misma tarde del 24 de noviembre del 2010, por alguna coincidencia, se realizaba un foro convocado por el CONARE, en la Universidad Nacional, reuniendo a expertos de la UCR y de la UNA con la moderación de directores del Estado de la Nación, para debatir sobre el proyecto minero: por enésima vez, y como pareció ser la tónica para solicitudes de universidades públicas, no llegó ningún representante o “experto” de la empresa minera invitado a la actividad.   
Cruzada. Revisando las imágenes de este juicio contencioso-administrativo, se hace evidente la profunda desigualdad en cuanto a recursos entre las dos partes, convirtiéndose en una labor similar a una verdadera cruzada. Mientras hubo en la sala del TCA que añadir una mesa adicional para que todos los peritos, abogados y asistentes del Estado (Procuraduría General de la República, MIN(a?)ET, SETEN(a?), SINAC y de la empresa, pudieran sentarse cómodamente, los recurrentes contaron con un escaso grupo de abogados, cuyo única satisfacción  -y único honorario profesional- debió de ser la profunda convicción y defensa de los principios en los cuales creen, 
Otra cruzada, entre muchas más, se dio el 11 de septiembre del 2009 durante la inspección ocular al sitio del proyecto minero. Durante esta diligencia judicial, los dos magistrados de la Sala Constitucional ingresaron al sitio del proyecto minero en Las Crucitas con la empresa, en sus vehículos, mientras que los recurrentes fueron impedidos de hacerlo, debiendo caminar varios kilómetros bajo un sol inclemente para llegar a los sitios objetos de la inspección.
Un principio que se considera elemental en la ciencia jurídica, como el de igualdad de las partes, sufrió un grave atropello que no pareció en lo más mínimo desvelar a los dos Magistrados de la Sala IV en aquella ocasión. Este principio implica que para cualquier diligencia judicial, el juez debe mantener  a las partes en un estricto pie de  igualdad, tanto en el acceso a los sitios, como el acceso a los magistrados durante la visita, o como en el acceso a la información de esta inspección (cronograma, sitios a visitar, itinerario, detalles logísticos, etc...). La total improvisación, que llevó incluso a los recurrentes y a sus expertos molestos a intentar interponer una acción legal ante los Magistrados en el mismo momento, constituyó una verdadera cruz para este principio cardinal al que, en buena teoría, se debe todo juez en cualquier diligencia con ambas partes.
Apego a la institucionalidad. En todas sus actuaciones, en particular en la recta final ante el TCA, los recurrentes siempre mostraron su confianza en el sistema judicial costarricense y en sus jueces, confiados en que los muchos detalles que solo desvelaron a 2 de los 7 magistrados de la Sala IV sí tendrían mayor recibo en un juicio ante un tribunal más “técnico” que la Sala IV, como lo es el TCA.  Lo que debió de celebrarse esta semana como un primer aniversario de un gran triunfo de la justicia  se ha visto ahora opacado por la filtración de un borrador de la Sala Primera a una de las dos partes, y de comprometedoras declaraciones dadas a la prensa por un exfuncionario de la empresa, quien fuera su vocero en los últimos meses. Se trata de un grave  acontecimiento que trasciende este caso, trasciende la lucha de los ecologistas y constituye, en palabras del Magistrado Román Solís Zelaya, de la Sala Primera, un verdadero “atentado a la juridicidad de nuestro país, y a los cimientos de la República como tal”. 
Estos hechos recientes han vuelto a poner en la palestra pública un proyecto minero ubicado en una remota localidad que pareciera llevar el inmejorable nombre de “Las Crucitas”,  y que pareciera escogido por el destino para una novela sin fin.

*Profesor, Facultad de Derecho, UCR

Fuente: Diario Extra.

8 de junio de 2011

Biodiversidad, suelos, destrucción y silencios

Nicolas Boéglin (*)

La prodigiosa biodiversidad de Costa Rica mundialmente reconocida reposa sobre un territorio con suelos altamente vulnerables a la erosión, como la mayor parte de los suelos tropicales, y con costas sensibles a los efectos de la contaminación telúrica. El peculiar relieve accidentado del país y su régimen de precipitaciones limitan sustancialmente el desarrollo de actividades productivas de cierto impacto. Hoy, por ejemplo, una cantidad igual o incluso menor de agua llovida causa estragos en partes bajas de cuencas en la Zona Norte, o en cantones heredianos, los cuales, últimamente, “pierden” puentes con cada invierno.
El cantón de Acosta, entre otros, vive una situación crítica debido al acelerado deterioro de su infraestructura vial causada por lluvias y deslizamientos. La tragedia ocurrida en calle Lajas constituye una clara advertencia. El colapso de la mina de Bellavista de Miramar (octubre del 2007) advierte de las limitaciones de las “garantías técnicas” de unos que quedaron plasmadas en mayo del 2005 ante la Sala Constitucional (Voto 5790-2005); y evidencia la incapacidad de las autoridades, a casi 4 años de ocurrida, de realizar un diagnóstico sobre los efectos de esta anunciada catástrofe ambiental. Paralelamente, varias playas van perdiendo su atractivo de antaño o su sello ecológico. Varias especies de anfibios, tortugas y aves ven sus poblaciones diezmándose año tras año ante la mayor indiferencia estatal.
Señales preocupantes: Mientras los diagnósticos sobre cambio climático vaticinan entre 30 a 40% menos de precipitaciones en Guanacaste en los próximos años, un hotel de 701 habitaciones en Playa Matapalo es inaugurado y ya se anuncia el inicio de una segunda etapa, sin hablar de varios megaproyectos turísticos que florecen por doquier en Guanacaste. Mientras estudios de la UCR indican que desde el 2002, Costa Rica perdió el 50% de sus monos, asistimos a una expansión piñera sin precedentes en frágiles zonas de alta biodiversidad. Llevamos casi 4 años con 6000 personas tomando agua de cisternas en el Cairo y Milano de Siquirres, a un costo estimado de $27.000 mensuales, sin que el Estado haya iniciado acción alguna contra las empresas contaminadoras anunciada por el titular del AyA ante los medios (La Nación, 16/07/2007).
Un pesado silencio de las autoridades a un reciente articulo pareciera indicar que ni el MIN(a?)ET, ni SENARA ni el MAG han elaborado en estos años algún protocolo para evitar que ello se repita en otras regiones (ver artículo sobre el intento de “control integrado” de las aguas subterráneas de Allan Astorga, La Nación, 11/05/2011). El AyA y la ESPH se alistan ante una probable crisis de abastecimiento del agua potable en el Valle Central. Llevamos casi 3 años con una sentencia de la Sala IV exigiendo a las autoridades amojonar la Zona Inalienable decretada visionariamente en 1888 (resguardando así la principal fuente en agua potable del Valle Central), sin que las autoridades demuestren un real voluntad en ejecutar esta decisión.
“Insensatez” de la expansión piñera en Costa Rica (El Financiero, edición 724, junio del 2009), “Déficit de coherencia” ambiental (El Financiero, edición 740, oct. 2009) evidencian el doble discurso imperante. Con una clara llamada de atención del Estado de la Nación: en el 2008 (Informe XIV) alertaba que “Costa Rica llegó a una situación límite en materia de gestión ambiental, siendo esta condición crítica en cuanto al ordenamiento territorial” (p. 217). Un año después (2009, Informe XV) advertía que “Costa Rica exhibe un ritmo en la demanda por los recursos naturales mayor que la capacidad de su territorio para satisfacerla”. Además, un señalamiento inequívoco al Estado, en particular al Ejecutivo, el cual “ha dejado de ser el mediador entre entes privados y comunidades y ha pasado a ser el generador de conflictos por decisiones tomadas sin diálogo” (p. 207).
Las comunidades afectadas presentan recursos ante los tribunales, incluso demandas posteriores por desacato contra alcaldes y/o ministros que incumplen fallos de la Sala IV. Exigen con argumentos de peso establecer moratorias (para el desarrollo inmobiliario en Guanacaste, para nuevas plantaciones de piña, para el otorgamiento de permisos de uso y de construcción en la ZMT en Osa y Golfito). Pero estas y otras demandas, encuentran muy poco eco ante un parco aparato estatal, que pareciera incapaz de aprender lecciones de sus propios yerros.
Una reacción que se hace esperar. Las nuevas autoridades hubieran podido tomar medidas drásticas para mitigar los efectos de esta acelerada degradación ambiental generalizada. En materia de ordenamiento territorial en la GAM, la incorporación de la variable ambiental no se implementa debido a que el INVU no aprueba los planes reguladores. El Tribunal Administrativo Ambiental está bajo amenaza de cierre técnico debido a recortes presupuestarios. Valientes funcionarios del SENARA son objeto de órganos disciplinarios por exigir que su Junta Directiva y su Gerente cumplan con la ley y no induzcan en error a Magistrados (Miguel Ramírez, “Inexistente aval de SENARA a Crucitas”, Página Abierta, 4/05/2010). Un sitio RAMSAR como el humedal de Caño Negro se desangra en la mayor impunidad, rodeado de batallones de empresas piñeras que avanzan inexorablemente hacia él. Las tomas aéreas de un reciente documental de la UNED sobre Caño Negro no parecieran interesar mayormente al MIN(a?)ET.
Si Costa Rica optó desde muchos años por promoverse en el exterior “sin ingredientes artificiales”, y si sus visitantes vienen atraídos principalmente por su belleza escénica y su prodigiosa biodiversidad, flaco favor harían las autoridades en seguir tolerando que se destruya (de manera probablemente irreversible) uno de los principales atractivos del país. Pero el daño no se limita a la atracción de visitantes, o a la acelerada pérdida de especies: está amenazando la sostenibilidad del país. La misma ley orgánica del ambiente (LOA) reza claramente que el daño al ambiente no tiene similitud alguna con otros daños, al precisar que: “constituye un delito de carácter social, (…), económico (…), cultural (…); y ético porque atenta contra la existencia misma de las generaciones presentes y futuras “(art. 2 inc. e). La LOA cumplió sus 15 años en octubre pasado en el mayor silencio por parte de las autoridades; las cuales, de igual manera, “celebraron” en un pesado silencio el pasado 22 de mayo, el Día Mundial de la Diversidad Biológica.
*Profesor, UCR.

18 de enero de 2011

Crucitas y el arbitraje internacional: algunas precisiones

Nicolás Boeglin

Nicolas Boeglin (*)

La reciente decisión del Tribunal Contencioso Administrativo (cuyo contundente “por tanto” fue dado a conocer el 24 de noviembre, y cuya lectura completa se dio a conocer el 14 de diciembre del 2010) en relación al proyecto minero ubicado en la localidad de Las Crucitas, ha provocado reacciones generalizadas de júbilo y alegría en distintas partes del país en el seno de la población costarricense. No obstante, algunas voces se han elevado casi de forma inmediata, en particular en las redes sociales, para advertir de la situación de “inseguridad jurídica” que, supuestamente, generaría la decisión del Tribunal. En artículos publicados con posteriordad, esta supuesta “inseguridad” pareciera derivarse de una clara confusión entre dos conceptos (algo básicos) en derecho administrativo: la constitucionalidad del acto impugnado por una parte, la legalidad de este mismo por otra. Y de una clara e intencionada omisión de varios párrafos de la Sala Constitucional en sus dos fallos relativos a este expediente que explícitamente refieren a los recurrentes a problemas de legalidad. Por su parte, la empresa ha advertido que estudia, entre varias opciones, la posibilidad de recurrir a un arbitraje internacional.

El recurso al arbitraje internacional ha sido usado en distintas oportunidades (Nota 1), y varios artículos sobre la amenaza de recurrir a este fueron publicados años atrás, en relación a este polémico expediente. Incluso las mismas autoridades para justificar ciertas conductas hicieron ver en los últimos años que “debían” otorgar ciertos permisos so pena de que esta amenaza se concretara: el Vice Ministro Jorge Rodríguez – nombrado Ministro del Ambiente sin haber nunca sido consultado, en marzo del 2009 (Nota 2) – hace un año aducía que heredó de una mesa servida “que tiene a Costa Rica en la puerta de una demanda” (Nota 3), y en un artículo anterior – siendo aún Vice Ministro – menciona hacia el suscrito que “no se pueden emitir criterios sin conocimiento de causa, que comprometan la soberanía del país “ (Nota 4). En la “sacudida” de despedida ante los serios cuestionamientos de la gestión ambiental 2006-2010 por parte de varias entidades, el mismo funcionario fue enfático en decir que, en relación a la empresa minera, “se necesitaba una definición a su situación jurídica para evitar el arbitraje internacional, difícil y oneroso para el país” (Nota 5). La última referencia las encontramos en las numerosas declaraciones oficiales de julio del 2010 para justificar ante caminantes, ayunantes y ante la opinión pública, la no derogatoria del Decreto de Conveniencia Nacional del 13 de octubre del 2008. En esta reciente oportunidad, incluso, se adelantó un monto de 1.700 millones de dólares, según una “estimación a mano alzada” del Vicepresidente Alfio Piva (La Nación, el 27 de julio del 2010). Si bien el monto es de importancia, sorprende el hecho que a la fecha no se sepa sobre qué tipo de estudio se sustenta, ni con base en que tipo de metodología, ni cuáles fueron los “15 expertos y especialistas” consultados por las máximas autoridades en materia arbitraje y montos indemnizatorios, preguntas hechas públicamente y sin respuesta a la fecha (Nota 6).

Una referencia hecha al iniciar los procesos ante al TCA, y ante la Sala IV: es menester recordar además que a unos días de iniciar el proceso ante el TCA (que formalmente inició el 4 de octubre del 2010), el representante de Industrias Infinito Gold en Costa Rica, John Thomas, indicó en declaraciones ante la prensa que “Estamos ante un momento crucial, confiados en que el sistema legal costarricense nos dará la razón sin necesidad de tener que buscar instancias internacionales para resolver el conflicto”(…), (Nota 7) De igual manera, a inicios del proceso ante la Sala IV (que inició el 21 de octubre del 2008 con la presentación del recurso presentado por Edgardo Araya, y finalizó el 16 de abril del 2010) el Gerente Arnoldo Rudín en una entrevista a este mismo medio indicaba que “la compañía podría acudir a un arbitraje” (Nota 8).

Algunas precisiones: el mecanismo del arbitraje internacional ante el CIADI, tribunal arbitral creado en el marco del Banco Mundial, se ideó en los años 50-60 para solventar situaciones en las que un inversionista extranjero invierte de buena fe en un Estado y ve sorpresivamente su proyecto frenado o suspendido a raíz de una decisión de este mismo Estado, que le significa un “cambio de las reglas de juego”. El caso más frecuente es el de una decisión tomada por un Gobierno en caso de expropiación o de nacionalización de bienes o activos, o de revocación o anulación de una concesión o de permisos de explotación, o bien de la adopción de una legislación discriminatoria, o de algún mecanismo asimilable a una denegación de justicia al inversionista, y así lo ilustra la abundante jurisprudencia del CIADI (Nota 9).

En lo que atañe a Costa Rica, por ejemplo, el Decreto de 5 de mayo de 1978 que creaba en Guanacaste el Parque Nacional de Santa Rosa dio lugar a un arbitraje CIADI: en esta oportunidad, la demanda presentada en 1995 por los propietarios norteamericanos expropiados exigía el pago de US$ 41.200.000 al Estado costarricense; en el 2000, el CIADI en su decisión ordena el pago de un monto de US$ 16.000.00 por la expropiación operada en 1978 (Sentencia CIADI del 17 de febrero del 2000). La figura del arbitraje aplica difícilmente en caso de permisos, concesiones, o viabilidades ambientales otorgados en condiciones irregulares y así declarados por tribunales nacionales; y menos aún cuando un tribunal administrativo logra inferir que esta “orquestación de voluntades” (según la expresión usada por el Tribunal Contencioso Administrativo) amerita una profusa investigación por parte del Ministerio Público. Otro caso en Costa Rica es el de la petrolera Harkken: si bien la empresa amenazó inicialmente a Costa Rica con una demanda por 57.000 millones de dólares, ante un tribunal arbitral nacional en el 2009, la suma en discusión era de tan solo 13 millones de dólares y el Estado tan siquiera se apersonó. Valdría la pena interrogarse sobre las razones por las que la petrolera Harkken (cuya concesión fue anulada por la Sala IV en el voto 2000-8019 de septiembre del 2000, y “aclarado” en el voto 2000-10075 de noviembre del 2000), empresa que motivó presiones sobre el Presidente Abel Pacheco desde la misma embajada de EEUU (Nota 10) presentó una demanda ante el CIADI el 15 de septiembre del 2003 para retirarla casi de inmediato, 15 días después (Nota 11).

La buena fe de un inversionista: un inversionista que acude ante el CIADI debe demostrar que su conducta siempre fue apegada al principio de buena fe, elemento básico para efectivamente exigir una justa indemnización. Este principio cardinal conlleva, entre otros, cumplir a cabalidad con la legislación nacional y con permisos (concesiones, viabilidades ambientales) vigentes. Arriesgarse a invertir a sabiendas que una concesión o permiso, o una declaratoria de conveniencia nacional, están en discusión ante los tribunales es un riesgo que sólo puede asumir el inversionista. Si nos limitamos en el análisis únicamente a la concesión minera de Crucitas, la situación es la siguiente: la primera concesión otorgada en diciembre del 2001 (publicada en La Gaceta Oficial el 30 de enero del 2002) fue anulada por la Sala IV en el 2004 (voto 2004-13414 del 26 de noviembre del 2004). Posteriormente, la concesión minera otorgada el 21 de abril del 2008 (R-217-2008 MINAE, publicada en la Gaceta Oficial el 20 de mayo del 2008) fue recurrida ante la Sala IV la cual remitió (Voto 2010-14009 del 3 de septiembre del 2010) el recurrente a problemas de legalidad. Finalmente dicha concesión se anula en el fallo reciente del TCA. La buena fe de un inversionista extranjero sugiere más bien que, al saber que una concesión minera está siendo cuestionada antes los tribunales, hay que esperar la decisión de un tribunal antes de iniciar operaciones, y no adelantarse a invertir sin saber a ciencia cierta si los permisos (en este caso la concesión minera) serán declarados vigentes o no. La lectura de las 170 páginas del reciente fallo del Tribunal Contencioso Administrativo revela de manera muy detallada y documentada que palabras usadas como “fraude”, “grosero”, “malicioso”, “orquestación” cuentan con un sólido y variado sustento probatorio, tanto en relación a la conducta de las autoridades nacionales como de la empresa. En cambio, no aparece ningún registro de la “buena fe” del inversionista en el texto de esta sentencia que pudiese serle de alguna utilidad en un eventual recurso ante el CIADI.

(*): Profesor de Derecho Internacional Público, Facultad de Derecho, UCR

(1): Véase nuestro artículo del 3 de agosto del 2010, Minería, arbitraje y amenazas, disponible en: http://costaricahoy.info/opinion/foro/mineria-arbitraje-y-amenazas/61455/
(2): Nota de prensa: Lo nombran ministro sin pedirle opinión, Prensa Libre, 13 de marzo del 2009. Disponible en: http://www.prensalibre.co.cr/2009/marzo/13/nacionales08.php
(3): Jorge Rodriguez, Ministro de Ambiente: Un problema se resuelve, no se pospone, Diario La Extra, 26 de enero del 2010, Disponible en: http://www.diarioextra.com/2010/enero/26/opinion10.php
(4), Jorge Rodriguez, Vice Ministro de Ambiente, El proyecto minero en Crucitas es viable, La Nación, 27 de febrero del 2009. Disponible en: http://wvw.nacion.com/ln_ee/2009/febrero/27/opinion1888388.html
(5): Véase Nota de prensa, Minaet se sacude de críticas de grupos ambientalistas, El Financiero, 14 de abril del 2010, en el documento “Respuesta completas del Ministro” disponible en la sección Multimedia, Información relacionada en el link: http://www.elfinancierocr.com/ef_archivo/2010/abril/18/economia2334856.html#
(6): Allan Astorga, Crucitas y números del Gobierno, Pagina Abierta, 24 de agosto del 2010, Diario Extra). Disponible en: http://www.diarioextra.com/2010/agosto/24/opinion07.php
(7): Nota de prensa relativa al juicio ante el TCA, Diario Extra, 7 de octubre del 2010, http://www.diarioextra.com/2010/octubre/07/nacionales04.php. Estas aseveraciones fueron interpretadas como una verdadera amenaza a los jueces: Ver artículo reproducido en: http://es.justinvestment.org/2010/10/minera-canadiense-amenaza-a-jueces-de-recurrir-a-un-arbitraje-internacional/
(8): Alvaro Rudin, Gerente General, y Andrés Soto, vocero, Entrevista, Diario Extra, 24 de noviembre del 2008. Disponible en:
http://www.diarioextra.com/2008/noviembre/24/nacionales07.php
(9): De los 118 casos pendientes ante el CIADI (al 15 de enero del 2011), 67 conciernen a países de hemisferio americano (29 a Argentina, 12 a Venezuela, 5 a Perú y a Ecuador, 3 a Guatemala, 2 a Bolivia, Costa Rica, Chile, El Salvador, Paraguay, y con 1 caso: Canadá, Granada, Honduras, México y Uruguay). Ver para más detalles: http://icsid.worldbank.org/ICSID/FrontServlet?requestType=GenCaseDtlsRH&actionVal=ListPending
(10): Nota de prensa: Abel Pacheco: ex embajador de EEUU presiono por petróleo. La Nación, 15 de enero del 2011. Disponible en: http://www.nacion.com/2011-01-15/ElPais/NotasSecundarias/ElPais2652035.aspx
(11): Véase nota de Inforpress/Centroamérica, 10 de octubre del 2003:http://www.inforpressca.com/inforpress/infor2003/1532-13.htm

Notas relacionadas:

  1. Crucitas y la supuesta “inseguridad jurídica”: algunas precisiones
  2. La Política Hoy: Crucitas
  3. La Política Hoy: Seguridad Jurídica y Crucitas
  4. Minería química y acuíferos transfronterizos: algunas respuestas desde la esfera internacional
  5. Minería, arbitraje y amenazas
Fuente: CostaRicaHoy.info.