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16 de diciembre de 2011

• Jorge Lobo, profesor de la UCR, irá a juicio el 11 de enero

INFINITO DESPIDE A LA MAYORÍA DE EMPLEADOS

Sandra Cordero
scordero@diarioextra.com
Fotos: Víctor Benavides

Al menos 50 personas esperaban a Jorge Lobo afuera de los Tribunales de Goicoechea para mostrarle su apoyo. Hasta una manta con las firmas de todos le entregaron al final de la jornada.
Al parecer la historia de la minería en Costa Rica es un cuento de nunca acabar porque la empresa Industrias Infinito Gold está tomando algunas medidas a causa de la resolución de la Sala Primera, entre ellas despedir a 23 empleados.
El gran dilema es que no se descarta que en los próximos meses sean más los que pierdan el trabajo.
Otro de los acontecimientos que hacen creer que este tema aún tiene cuerda para rato es la definición de la fecha para el juicio por difamación, en el cual las partes involucradas serán Jorge Lobo, profesor de la Universidad de Costa Rica (UCR) que participó en el video “El oro de los tontos”, y la empresa minera canadiense.

EN UN INICIO ERAN 243 EMPLEADOS

Cuando la empresa inició labores en Costa Rica contaba con una planilla de 243 empleados, los cuales en su gran mayoría eran personas de San Carlos que vieron el proyecto minero como su tabla de salvación, más que todo por todas las inversiones y mejoras que se habían llevado a cabo en la zona.
Con el fallo del Tribunal Contencioso Administrativo de diciembre de 2010 se tomó la decisión de prescindir de los servicios de 200 empleados y ayer se les entregó la carta a 23 más, por lo que de momento solo 20 quedan laborando.
Ante el tema de los despidos Industrias Infinito Gold dejó muy claro que “todos los trabajadores que laboraron para la empresa contarán con todas las garantías legales que ofrece la ley”.

Y SIGUE LA HISTORIA

Nuevamente el abogado Ciro Casas se presentó a los Tribunales en Goicoechea para lograr una conciliación con el profesor Lobo, pero al parecer como en las ocasiones anteriores no llegaron a ningún acuerdo satisfactorio para ninguna de las partes.
Por eso el 11 de enero se volverán a ver la cara en el juicio por el video que se presentó hace pocos meses y por las palabras utilizadas el día de su presentación, en el cual los personeros sintieron que Lobo difamaba a la empresa.
Además los abogados de Industrias Infinito Gold presentaron una acción civil resarcitoria por ¢500 millones.
Lobo conversó con DIARIO EXTRA y afirmó: “Yo no tengo por qué retractarme de lo que he dicho. En este caso muchas personas en el país deberían rectificar lo que piensan de la empresa porque al menos el 80% de la población está en desacuerdo con la actividad minera”.

Fuente: Diario Extra.

Mineros de Crucitas rehúyen por tercera vez audiencia en juzgado penal


Mineros de Crucitas rehúyen por tercera vez audiencia en juzgado penal

San José, 16 dic (elpais.cr) - Uno de los dos universitarios acusados de difamación acudió  a audiencia privada con la empresa transnacional canadiense Infinito Gold, pero los representantes de compañía minera, por tercera vez, no se presentaron.

Los gerentes de la minera canadiense no se hicieron presentes en la audiencia de conciliación en la querella por difamación contra el catedrático de la Universidad Nacional (UCR), Jorge Lobo.

Tampoco lo hicieron en las audiencias previstas  en el marco de las acciones contra el abogado Edgardo Araya, de la Unión Norte por la Vida (UNOVIDA) y el académico Nicolas Boeglin.

Los empresarios canadienses fueron representados  únicamente por el abogado Ciro Casas Zamora. El otro abogado de la empresa minera canadiense José Luis Ocampo Rojas no se hizo presente.

La audiencia de conciliación se llevó a cabo a la hora señalada sin que hubiera retractación por parte del académico Jorge Lobo, ni tampoco un arreglo conciliatorio satisfactorio a sus intereses de las partes en conflicto.  La audiencia de debate fue señalada para el día 11 de enero del 2012.

Lobo enfrenta el mismo tipo de acusación que el abogado de UNOVIDA, Edgardo Araya, y el Profesor de la Facultad de Derecho, Nicolás Boeglin:: una demanda penal por difamación acompañada de una acción civil resarcitoria por 500 millones de colones (1 millón de US$ aproximadamente).

En el caso de los académicos, la empresa minera basa sus acusaciones  en las declaraciones que ambos dieron en el documental "El Oro de los Tontos", del realizador Pablo Ortega, presentado en la UCR el pasado 14 de junio del 2011, y disponible en Youtube “Ver http://www.youtube.com/watch?v=gKVS1wvvEU8). 

Fuente: elpais.cr.

2 de diciembre de 2011

Pronunciamiento EN SOLIDARIDAD con los científicos y ambientalistas de Costa Rica - “Crucitas”


Date: Thu, 1 Dec 2011 10:04:26 -0600
From: comunicacion@humboldt.org.ni

Nosotros(as), representantes del Centro Humboldt, tenemos a bien Pronunciarnos EN SOLIDARIDAD con los científicos y ambientalistas de Costa Rica que se oponen al Proyecto de Explotación Minera a cielo abierto “Crucitas”.

CONSIDERANDO QUE:
I
El 24 de noviembre de 2010 el Tribunal Contencioso Administrativo ordenó dejar sin efecto la concesión minera de Industrias Infinito S.A. que permitiría la extracción aurífera a cielo abierto “Crucitas”, ubicada en Cutris, San Carlos, provincia de Alajuela, a escasos 5 km de la ribera sur del Río San Juan de Nicaragua; y el 30 de Noviembre de 2011, la Sala I de la Corte Suprema de Justicia confirmó, por unanimidad, la sentencia del Tribunal de lo Contencioso Administrativo en contra de Industrias Infinito S.A., dejando sin efecto la concesión para el desarrollo del Proyecto Crucitas y ordenando  pagar una indemnización por daño ambiental.

PRONUNCIAMIENTODESOLIDARIDAD_CASOCRUCITAS
Fuente: Centro Humboldt.

28 de noviembre de 2011

Minera demanda a dos profesores universitarios


Industrias infinito alega difamación

Empresa pide ¢500 millones por declaraciones dadas en un documental

Al menos cinco personas enfrentan acciones civiles planteadas por firma

Amy Ross A. amy.ross@nacion.com 12:00 a.m. 28/11/2011
La empresa Industrias Infinito, encargada del proyecto de Crucitas en Cutris, San Carlos, demandó a dos profesores universitarios por supuestas declaraciones difamatorias en contra de la minera.

Imagenes/Fotos

La mina a cielo abierto de Crucitas, en San Carlos, suscitó una gran resistencia por parte de ambientalistas.



Se trata de los profesores Nicolás Boeglin, especialista en derecho internacional, y Jorge Lobo, biólogo, quienes participaron de un documental sobre la minería a cielo abierto.
El productor del audiovisual, Pablo Ortega, comentó que la empresa minera pretende una indemnización por ¢500 millones de cada uno de los académicos.

“La demanda es a raíz de un documental llamado El Oro de los Tontos que yo produje para la Escuela de Biología en junio pasado, tanto por declaraciones que se hicieron allí, como por un foro para presentarlo”, aseguró Ortega.

Ciro Sánchez, uno de los abogados de Industrias Infinito, se limitó a confirmar que existen varias querellas por difamación. Sin embargo, no precisó quiénes ni cuántos son los demandados.
Boeglin y Lobo se suman a, por lo menos, otras tres personas que ya enfrentan denuncias de esta empresa: los diputados Claudio Monge y Manrique Oviedo , ambos del Partido Acción Ciudadana (PAC), así como el abogado ambientalista Edgardo Araya.

Declaraciones en cuestión. Según explicó Lobo, la semana pasada recibió la notificación de una acción civil resarcitoria planteada ante los tribunales de justicia en agosto, por dos declaraciones suyas.
“En una yo menciono la existencia de accidentes con las lagunas de relave que producen contaminación con aguas cianuradas. Ellos dicen que eso es difamación porque estoy hablando mal de la empresa”, indicó Lobo.

”La otra acusación se refiere a que yo mencioné que la empresa cumplió con los trámites de una forma sesgada a su favor y que además, yo percibía que habían realizado compras de voluntad dentro del proceso con favoritismo a lo interno del Estado”, agregó.

La semana pasada, el magistrado suplente Moisés Fachler Grunspan pasó a ser imputado en una investigación que realiza la Fiscalía por la filtración del borrador de un fallo de la Sala Primera sobre el caso Crucitas.

Ese veredicto decidirá el futuro del proyecto minero.

Fuente: Nacion.com.

22 de noviembre de 2011

Crucitas y nuestra institucionalidad democrática

•De la lucha antiminería a la defensa de los principios rectores de nuestra patria

Allan Astorga G.
Jorge Lobo
Yamileth Astorga*

A propósito de los bochornosos acontecimientos de que nos han informado algunos medios de prensa en los últimos días en relación a una filtración de un proyecto de sentencia de la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia, resulta indispensable ver en perspectiva lo que ha sucedido y lo que está sucediendo, no solo en el ámbito de lucha contra la minería metálica, sino ahora en una dimensión mucho más importante todavía, como lo es la defensa de nuestra institucionalidad democrática.
Lucha desigual. Ante todo se debe recordar que la lucha de ideas que se ha dado en los últimos dos años alrededor del tema de la minería metálica en Costa Rica ha sido una lucha muy desigual. Mientras que la empresa ha contado con recursos económicos para pagar onerosos bufetes y costosísimas campañas publicitarias, para defender su posición legal y técnica, los grupos que se han opuesto a la actividad minera solo han contado con los recursos de su voluntad, convencimiento y sacrificio, para exponer ideas, ya sea en medios de comunicación como este, que permiten su publicación, o bien en foros en los que la empresa casi nunca quiso participar, o en las calles, haciendo caminatas y hasta huelgas de hambre frente a la Casa Presidencial.
Todavía están frescos los recuerdos de la inspección que realizaron en setiembre del 2009 dos magistrados de la Sala Constitucional al sitio del proyecto minero en Las Crucitas, y que ese trato desigual se puso de manifiesto en el hecho de que mientras los magistrados de la Sala y los representantes de la empresa se desplazaban en carros, los luchadores antimineros se tenían que desplazar a pie, por los soleados y enlodados caminos de la mina. Un principio tan elemental como el de igualdad entres las partes, en el acceso a los sitios, en el acceso a los magistrados durante esta diligencia, y en el acceso a la información de esta inspección (cronograma, sitios a visitar) se perdió en la improvisación que se puso de manifiesto ese día.
También, en la Vista realizada en noviembre del 2009 en la Sala Constitucional se pudo observar  cómo los representantes de las instituciones del Estado, como la SETENA, el MINAET, la Dirección de Geología, en vez de mantener una posición intermedia y neutral, parecían formar un único equipo de trabajo con los representantes de la empresa en defensa de lo actuado y de la supuesta “conveniencia nacional” basada en estudios de costo beneficio inexistentes, como se alegó, y lo reconoció más tarde al Tribunal Contencioso.
Durante el juicio en el Tribunal Contencioso iniciado el 4 de octubre del 2010, la lucha de ideas también fue desigual, pues mientras la empresa disponía de un costoso grupo legal de apoyo, que ocupaban mesa en conjunto con los abogados del Estado, en defensa de la posición de la minera y de lo actuado, del otro lado, los grupos antimineros estaban representados por un pequeño grupo de abogados sacrificados, cuyos únicos honorarios han sido la satisfacción de hacer una lucha llena de convicción, y de entrega en defensa de los principios en los que creen.
Lucha que se vio culminada con un rotundo éxito cuando el Tribunal Contencioso resolvió que la mayoría de sus argumentos eran ciertos y les dio la razón, durante la memorable tarde del 24 de noviembre vivida como una verdadera fiesta en todo el país.
Durante el último año, aunque para muchos pareciera que no ha ocurrido casi nada, la lucha y confrontación de ideas continuó en el silencio de la casación. Muchas horas de trabajo han invertido los abogados de la lucha antiminera para estudiar argumentos y presentar contraargumentos respecto al tema de Crucitas, sin remuneración alguna.
Todo esta confrontación de ideas y defensa de principios se ha dado dentro del marco del más absoluto respeto a la institucionalidad y de las reglas que establece su legislación.
Peligra la institucionalidad. Esa lucha desigual de confrontación de ideas y argumentos se ha podido dar porque en el fondo siempre ha existido una fuerte y sólida confianza en la institucionalidad de nuestro país y en particular, en la imparcialidad y honorable reputación de nuestros tribunales de justicia. Se tiene fe en que, a pesar del desequilibrio de fuerzas, particularmente en lo referente al poder económico y posiblemente también político de la minera, para los tribunales lo que cuenta es la verdad y el peso de las argumentaciones expuestas por las partes.
No obstante, las noticias de los últimos días, además de producir nauseas y molestia, por una actuación sumamente cuestionable, nos conducen esta vez a revelar lo que un Magistrado de la Sala Primera designó como un “verdadero atentado a la juricidad de nuestro país y a los cimientos de la República”. En aras de lograr sus objetivos, pareciera que algunos están dispuestos incluso a socavar los principales pilares de nuestra institucionalidad democrática.
No se trata, como algunos creen, de una simple filtración de información. Es mucho más que eso. Es la confianza en nuestras instituciones y en el cumplimiento de los principios democráticos y de justicia que norman nuestro democracia que no es una democracia cualquiera, es la democracia más antigua de Latinoamérica y que se sustenta en principios que se han tenido que defender a costa de sangre y sudor de nuestros abuelos y padres. Y el grave peligro que puede significar el aceptar recursos planteados ante la Sala IV con base en un documento filtrado.
Todos los costarricenses deberíamos denunciar esta nueva burla a nuestra institucionalidad y manifestarnos esta vez con mucha mayor vehemencia. Es hora de que algunos de nuestros políticos - sospechosamente discretos desde hace una semana- comprendan que los tiempos han pasado y que nuestro país ya no es una hacienda donde manda el caporal a su gusto. La Constitución y las leyes están hechas para ser respetadas y cumplidas.
*Allan Astorga G., geólogo, profesor UCR; Jorge Lobo, biólogo, profesor UCR; Yamileth 
Astorga, bióloga, UCR.

Fuente: Diario Extra.

19 de noviembre de 2011

Crucitas y nuestra institucionalidad democrática

De la lucha antiminería a la defensa de los principios rectores de nuestra patria
Allan Astorga G. y dos autores más* a.astorga.g@gmail.com 12:00 a.m. 19/11/2011

A propósito de los bochornosos acontecimientos de que nos han informado algunos medios de prensa en los últimos días en relación a una filtración de un proyecto de sentencia de la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia, resulta indispensable ver en perspectiva lo que ha sucedido y lo que está sucediendo, no solo en el ámbito de lucha contra la minería metálica, sino ahora en una dimensión mucho más importante todavía, como lo es la defensa de nuestra institucionalidad democrática.

Una lucha desigual. Ante todo se debe recordar que la lucha de ideas que se ha dado en los últimos dos años alrededor del tema de la minería metálica en Costa Rica ha sido una lucha muy desigual. Mientras que la empresa ha contado con recursos económicos para pagar onerosos bufetes y costosísimas campañas publicitarias para defender su posición legal y técnica, los grupos que se han opuesto a la actividad minera solo han contado con los recursos de su voluntad, convencimiento y sacrificio, para exponer ideas, ya sea en medios de comunicación como este, que permiten su publicación, o bien en foros a los que la empresa casi nunca quiso participar, o en las calles, haciendo caminadas y hasta huelgas de hambre frente a la Casa Presidencial.

Todavía están frescos los recuerdos de la inspección que realizaron en setiembre del 2009 dos magistrados de la Sala Constitucional al sitio del proyecto minero en Las Crucitas y que ese trato desigual se puso de manifiesto en el hecho de que mientras los magistrados de la Sala y los representantes de la empresa se desplazaban en carros, los luchadores antimineros se tenían que desplazar a pie, por los soleados y enlodados caminos de la mina. Un principio tan elemental como el de igualdad entres las partes, en el acceso a los sitios, en el acceso a los magistrados durante esta diligencia, y en el acceso a la información de esta inspección (cronograma, sitios a visitar) se perdió en la improvisación que se puso de manifiesto ese día.

También, en la visita realizada en noviembre del 2009 en la Sala Constitucional, se pudo observar cómo los representantes de las instituciones del Estado, como la Setena, el Minaet, la Dirección de Geología, en vez de mantener una posición intermedia y neutral, parecían formar un único equipo de trabajo con los representantes de la empresa en defensa de lo actuado y de la supuesta “conveniencia nacional” basada en estudios de costo beneficio inexistentes, como se alegó, y lo reconoció más tarde al Tribunal Contencioso.
Durante el juicio en el Tribunal Contencioso, iniciado el 4 de octubre del 2010, la lucha de ideas también fue desigual, pues mientras la empresa disponía de un costoso grupo legal de apoyo, que ocupaban mesa, en conjunto con los abogados del Estado, en defensa de la posición de la Minera y de lo actuado, del otro lado, los grupos antimineros estaban representados por un pequeño grupo de abogados sacrificados, cuyos únicos honorarios han sido la satisfacción de hacer una lucha llena de convicción, y de entrega en defensa de los principios en los que creen.

Lucha que se vio culminada con un rotundo éxito cuando el Tribunal Contencioso resolvió que la mayoría de sus argumentos eran ciertos y les dio la razón, durante la memorable tarde del 24 de noviembre vivida como una verdadera fiesta en todo el país.

Durante el último año, aunque para muchos pareciera que no ha ocurrido casi nada, la lucha y confrontación de ideas continuó en el silencio de la casación. Muchas horas de trabajo han invertido los abogados de la lucha antiminera para estudiar argumentos y presentar contraargumentos respecto al tema de Crucitas, sin remuneración alguna.

Toda esta confrontación de ideas y defensa de principios se ha dado dentro del marco del más absoluto respeto a la institucionalidad y de las reglas que establece su legislación.

Peligra la institucionalidad. Esa lucha desigual de confrontación de ideas y argumentos se ha podido dar porque en el fondo siempre ha existido una fuerte y sólida confianza en la institucionalidad de nuestro país y en particular, en la imparcialidad y honorable reputación de nuestros tribunales de justicia. Se tiene fe en que, a pesar del desequilibrio de fuerzas, particularmente en lo referente al poder económico y posiblemente también político de la Minera, para los tribunales lo que cuenta es la verdad y el peso de las argumentaciones expuestas por las partes.

No obstante, las noticias de los últimos días, además de producir náuseas y molestia por una actuación sumamente cuestionable, nos conducen esta vez a revelar lo que un magistrado de la Sala Primera designó como un “verdadero atentado a la juricidad de nuestro país y a los cimientos de la República”. En aras de lograr sus objetivos, pareciera que algunos están dispuestos incluso a socavar los principales pilares de nuestra institucionalidad democrática.

No se trata, como algunos creen, de una simple filtración de información. Es mucho más que eso. Es la confianza en nuestras instituciones y en el cumplimiento de los principios democráticos y de justicia que norman nuestro democracia que no es una democracia cualquiera, es la democracia más antigua de Latinoamérica y que se sustenta en principios que se han tenido que defender a costa de sangre y sudor de nuestros abuelos y padres. Y el grave peligro que puede significar el aceptar recursos planteados ante la Sala IV con base en un documento filtrado.

Todos los costarricenses deberíamos denunciar esta nueva burla a nuestra institucionalidad y manifestarnos esta vez con mucha mayor vehemencia. Es hora de que algunos de nuestros políticos –sospechosamente discretos desde hace una semana– comprendan que los tiempos han pasado y que nuestro país ya no es una hacienda donde manda el caporal a su gusto. La Constitución y las leyes están hechas para ser respetadas y cumplidas.

*Allan Astorga G. , geólogo, profesor UCR
Jorge Lobo, biólogo, profesor UCR
Yamileth Astorga, bióloga, UCR

Fuente: Nacion.com.