Escribe: Hugo Salinas | Opinión - 02 dic 2011
¿Es simplemente un asunto de contaminación ambiental o de
depredación de las fuentes de agua? ¿Acaso es un asunto de campesinos y
dirigentes ultra-izquierdistas? El problema va más allá. Y en esto, una
vez más, la agudeza de la población es más sabia que la propuesta de sus
dirigentes.
¡Conga No Va!, tiene que ver con el comportamiento de las
multinacionales a Repartición Individualista que contamos ahora, las
mismas que se benefician de la Configuración Mundial. El resultado es un
comportamiento de desprecio al ser humano, a los recursos naturales, a
la Nación, al Estado, al Gobierno en plaza, a la soberanía nacional, al
sentido de Patria y a las organizaciones sociales en pro del bienestar
general. El único amor que anima a las multinacionales de nuestros
tiempos, es la maximización de las ganancias.
Veamos. La Repartición Individualista, segundo elemento de la
actividad económica de los tiempos modernos, consiste en que la
totalidad de las utilidades de una empresa pertenece única y
exclusivamente al propietario o a sus accionistas. Es decir, de la
totalidad del Resultado Neto de una actividad económica, generada por
los trabajadores y sus familiares presentes y pasados, no les
corresponde a esos trabajadores y familiares ni un solo centavo.
Este tipo de repartición se agrava cuando, en las interacciones de la
economía actual se delinea la Configuración Mundial, mecanismo que
favorece solamente a unas cuantas empresas, llamadas multinacionales,
dentro de las miles y miles de empresas existentes a nivel mundial. Es
el caso del principal accionista de Yanacocha, la empresa multinacional
Newmont Mining Corporation (51.35%). Ella ha cerrado el año 2010 con
utilidades cercanas a los 10 mil millones de dólares americanos,
generadas por los trabajadores de Nevada (Estados Unidos), Indonesia,
Australia, Nueva Zelandia, Ghana y, por supuesto, Perú. Y, siguiendo el
principio de la Repartición Individualista, los trabajadores de esos
países no han percibido ni un solo centavo del Resultado Neto de sus
esfuerzos.
¿Cómo trabaja ese aspirador ascendente llamado Configuración Mundial?
Este mecanismo utiliza todos los elementos de la actual economía basada
en los intercambios a través de precios expresados en dinero. Tomemos,
por ejemplo, el precio de sus trabajadores. Según datos de la Barrick
Gold Corporation, producir una onza de oro en Perú le cuesta 105 dólares
americanos mientras que en Canadá le cuesta 373 y en Australia 452. Y
para que los cholos sigan siendo baratos se cierran las fronteras al
libre tránsito de personas, ¡pero no a la circulación del oro y los
capitales! Si agregamos que estas multinacionales venden el oro a más de
1768 dólares la onza, se puede entender la codicia por el oro peruano
como en los tiempos de la invasión española.
Este mecanismo de succión ascendente se alimenta también de la compra
de bienes y servicios de proximidad a precios de regalo. Las
multinacionales nunca procesan el producto en el lugar de origen. Como
en el caso del oro peruano, ellos prefieren “exportarlo” prácticamente
en piedra, sin ningún valor agregado, a fin de que la multinacional
tenga un máximo de utilidad. Y la “tecnología de punta” se utiliza sólo
en sus países, sin ninguna transferencia hacia los países poseedores de
las materias primas. De ahí que, los países más ricos en materias
primas, son los más pobres a nivel mundial.
Estas multinacionales tienen el hábito igualmente de corromper jefes
de gobierno, funcionarios, políticos y otros. Ahí está, en el caso
actual, el controvertido Estudio de Impacto Ambiental para la ejecución
del complejo minero Conga, aprobado por el Ministerio de Energía y
Minas. O la intervención de Vladimiro Montesinos, previo pago de 4
millones de dólares, para que el Poder Judicial resolviera a favor de la
Newmont Mining Corporation en el juicio seguido por accionistas
franceses de la minera BRGM. Y por qué no interrogarse sobre la
“vacilación” de un presidente que durante su campaña dice “No a Conga”, y
una vez elegido dice “Conga va”.
Las multinacionales también financian la campaña de candidatos al
Congreso, como el caso de la ONG Reflexión Democrática presidida por
Roque Benavides, propietario de la minera Buenaventura y accionista de
la minera Yanacocha y del proyecto minero Conga. Una vez en el Congreso
avalan contratos con las multinacionales, contrarios al interés
nacional, sirviéndose de Decretos-Ley. O dictan medidas de
criminalización de la protesta facilitando dispositivos, primero, para
que la policía y los militares sofoquen a sangre y fuego las protestas
populares; segundo, las autoridades política y funcionarios sean
impedidos de participar en manifestaciones so pena de prisión y,
tercero, los dirigentes populares sean encarcelados prácticamente a
vida.
Es decir, a través de la Repartición Individualista y su mecanismo la
Configuración Mundial, las grandes multinacionales, centros de poder y
decisión a nivel mundial, concentran prácticamente la casi totalidad del
valor agregado por la totalidad de la población a nivel mundial. El
reverso de la medalla es extrema pobreza y un desempleo masivo a nivel
mundial. Es urgente, entonces, proponer y viabilizar un nuevo modelo de
economía y sociedad.
Fuente: Los Andes-Perú.
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