"El ayuno por la Vida" se convirtió en la huelga de hambre más larga de la historia de Costa Rica cuando, este martes a las siete de la noche, Andrés Guillén puso fin a su espera de que la presidenta Laura Chinchilla "al menos cruzara la calle para dialogar con nosotros sobre la derogatoria del nefasto decreto de Crucitas" dijo a Informa-tico, tras haber alcanzado las 603 horas en huelga de hambre.
El doctor Cabezas, en la foto, acompañó a Andrés hasta último minuto |
Por Ana Chacón Mora
La huelga de hambre empezó con 14 activistas y terminó con Andrés Guillén, un estudiante de 23 años, que antes de dejar el campamento instalado frente a la Casa Presidencial, para regresar con sus padres a su hogar cuando corría el día 27 del ayuno, dijo a manera de sentencia y parafraseando a Gandhi, "podrán decir que soy un soñador pero no soy el único" y se rió mirando de frente.
Andrés y sus trece compañeros habían insistido en que su protesta era pacífica y estaba inspirada en la filosofía de Mahatma Gandhi, el gran pacifista indú.
Pero también estaba conciente de la fuerza de la acción que realizaba cuando dijo que "yo sé que estoy haciendo algo muy radical, que puede ser agresivo para muchas personas pero es la manera que encontramos para atraer la atención de doña Laura y que ella tome conciencia de lo peligrosa que es la minería a cielo abierto, para que detenga el proyecto en Crucitas a través de la derogatoria del nefasto decreto y no levante la moratoria a la minería, que declaró el día en que asumió el gobierno de la República".
Esta huelga de hambre contra la mina Las Crucitas dejó en evidencia al menos dos aspectos de la actitud y estilo de gobierno de la Presidenta Chinchilla: uno, que la mandataria es más insensible de lo que la población esperaba de ella y, dos, que su estilo de gobierno estará signado por el mutismo que mostró respecto de la protesta de los ambientalistas, la falta de diálogo y la poca tolerancia con sectores que lleven adelante acciones de protesta.
La protesta se originó en el pedido no atendido por la mandataria para que derogara el decreto 34801-Minaet de la administración Arias, que declaró el proyecto de minería a cielo abierto por lixiviación con cianuro para la extracción de oro, en la mina Las Crucitas, de Cutris de San Carlos, por la empresa canadiense Infinito Gold; que le formularon la Coordinadora Ni Una Sola Mina y del Frente Norte de oposición a la Minería.
"El ayuno por la Vida" atrajo la atención de la opinión pública nacional e internacional, que se manifestó a través de decenas de mensajes de apoyo y solidaridad enviados por organizaciones ambientalistas y anti minería costarricenses y de países como Argentina, Chile, Brasil, Guatemala, Colombia, Alemania, entre otros y de las noticias publicadas en medios nacionales y del extranjero que fueron motivo, incluso, de comentarios y editoriales como la Agencia de Noticias brasileña ADITAL y la Red Nacional de Acción Ecologista (Renace) de Argentina.
En nuestro país, El ayuno por la Vida no tiene precedentes por lo radical de la protesta pacífica que realizaron, ni por la duración ni por las adhesiones que logró.
Las organizaciones ambientalistas internacionales Salva la Selva, Amigos de la Tierra Internacional, Red Nacional de Acción Ecologista (Renace, Argentina) se involucraron con acciones internacionales de solidaridad y difusión de la huelga de hambre anti minería que se realizaba en Costa Rica y activaron redes de organizaciones en diversas partes del mundo.
Cuarenta líderes de varias iglesias y centros académicos ecuménicos, pastores, pastoras y sacerdotes de diferentes lugares del país, enviaron una carta a la Presidenta Chinchilla en la que le pidieron que "derogue el Decreto" que declaró de conveniencia nacional el proyecto minero en Crucitas.
Entre los firmantes hay miembros de las iglesias Luterana, Menomita, Presbiteriana, Bautista, del Departamento Ecuménico de Investigación (DEI), de la Universidad Bíblica Latinoamericana, sacerdotes católicos de todo el país, de la Pastoral Social de Guanacaste, Puntarenas, Ciudad Quesada y de la Arquidiócesis de San José.
El Consejo Universitario de la Universidad de Costa Rica envió un pronunciamiento a la mandataria pidiendo que derogara el decreto 348001-Minaet. Las Federaciones de Estudiantes FEUNA y el TEC, profesores universitarios, intelectuales, organizaciones ambientalistas costarricenses como COECOSEIBA, OIL WACHT y AESO, se hicieron presentes en la protesta.
Los sindicatos ANEP, APSE, ANDE y los partidos políticos Humanista, Acción Ciudadana, Frente Amplio y las fracciones parlamentarias de los dos últimos, visitaron a los ayunantes en varias ocaciones y realizaron acciones de apoyo desde la Asamblea Legislativa, e inclusive el diputado Claudio Monge quiso hacer el ayuno pero por órdenes médicas, no pudo hacerlo.
Además, varios colegios de distintos lugares del país, incluyendo los de San Carlos, llegaron al Campamento por la Vida.
Los dos médicos que asumieron en forma voluntaria la vigilancia y atención de los ayunantes durante los 27 días que duró la huelga de hambre, fueron el doctor Rodrigo Cabezas y el endocrinólogo Luis Carlos Ramírez quienes monitorearon al menos dos veces por día, el estado de salud de los activistas.
A los dos médicos voluntarios Cabezas y Ramírez, se debe sumar el doctor de la Casa Presidencial, Adrián Rechnitzer, quien llegó al campamento la primera vez escoltado por policías, un fotógrafo y un abogado y por esa razón los ayunantes declinaron su ayuda. Pero al día siguiente llegó solo y desde ese momento el apoyo y la atención que dio a los huelguistas de hambre fue muy importante.
Rechnitzer acompañó la salida de Rosibel Porras, ayunante que ingresó al Hospiral Calderón Guardia por complicaciones de su salud, luego de 19 días en huelga de hambre y a David Rojas que fue trasladado a la Clínica Carlos Durán donde debía recibir atención médica de urgencia y ante la negativa del primer momento a atenderlo de emergencia, el doctor realizó las gestiones con el jefe del servicio y Rojas fue pasado de inmediato.
Las dos visitas de funcionarios de gobierno que recibieron en el campamento fueron, la primera, después de doce días de iniciado el ayuno, cuando una delegación encabezada por el primer Vicepresidente Alfio Piva y el viceministro de la presidencia, Francisco Marín, pidieron a los activistas que "desistieran de la huelga de hambre" y buscaran otras formas manifestar su inconformidad.
La segunda delegación que cruzó la calle lo hizo ayer, martes, el último día de la huelga de hambre, para pedirle a los ambientalistas que "desistieran de continuar con el Festival Cultural" que se realizó durante todo el día con la participación de un gran número de artistas de diferentes géneros, que acompañaron la decisión de Guillén de abandonar la huelga de hambre.
En una nueva acción que sorprendió, cuando por fin se levantaron los toldos que protegieron de las torrenciales lluvias las carpas de los catorce "Ayunantes por la Vida" -que permanecieron en su sitio hasta el último momento- quedaron al descubierto los catorce arbolitos de almendro amarillo sembrados por los ambientalistas en homenaje a los Ayunantes y como testimonio para las presentes y futuras generaciones de la lucha que se libró en ese lugar, a favor del bosque y de las especies de flora y fauna -entre las que está el almendro amarillo- que están en peligro de desaparecer si se autorizan las operaciones de la mina de oro a cielo abierto con lixiviación por cianuro, en Crucitas.
Fuente: Informa-tico.
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